En estos momentos en los que el cansancio comienza a pasar factura por los cambios de temperatura, la lluvia, las nieves…es el mejor momento para paliar esta problemática y ponernos las pilas para llegar a nuestras merecidas vacaciones de verano. Para ello, os aconsejo que sigáis los remedios que os ofrece la fitoterapia con Ginseng y Jalea Rea.
La ciencia ha confirmado que se trata de un excelente alimento para el hombre por sus propiedades nutritivas, energéticas y metabólicas. En su composición destacan vitaminas, muchas de ellas de importante efecto antioxidante, acetilcolina (excelente para la memoria y el sistema nervioso), sustancias de actividad antibiótica, aminoácidos, silicio, potasio y fósforo. Los principios activos del Ginseng, los ginsenósidos, son químicamente tan complejos que, a día de hoy, aún no ha sido posible sintetizarlos. Su actividad en el hombre se debe a estos activos y también a ciertos minerales y oligoelementos como el azufre, el germanio, el manganeso, el magnesio, el calcio, el zinc, las vitaminas B1, B2, B6, la biotina y el ácido pantoténico.
Tiene un particular mecanismo de acción sobre diversos procesos metabólicos:
– Aumenta las reservas del organismo para hacer frente a situaciones extremas.
– Aumenta la capacidad energética de las células. – Mejora la utilización del oxígeno por las células.
– Ejerce un efecto anabolizante al aumentar la síntesis de proteínas.
– Mejora el aprovechamiento de la glucosa, haciendo disminuir la concentración de ácido láctico en el músculo, responsable de la aparición de agujetas.
La raíz de Ginseng es un tónico milenario que aumenta la resistencia a la fatiga, además de mejorar el rendimiento físico sin producir un efecto excitante.