Sin ninguna duda, la exposición solar es lo que marca la diferencia durante el verano en lo que al cuidado de la piel se refiere.
El sol emite fundamentalmente dos tipos de radiaciones: rayos infrarrojos que son los que favorecen el efecto de bronceado que perdura durante varios días y los rayos ultravioletas que son los realmente peligrosos, ya que sus radiaciones son las principales causantes del envejecimiento del cutis y la posible aparición del cáncer de piel.
Los expertos no se cansan de repetirlo y hace años que sabemos que la afirmación de que el bronceado es un signo de salud y belleza no es cierta. Aunque los rayos del sol tiene efectos beneficiosos para nuestra salud, exponerse a la radiación solar sin la debida protección tiene consecuencias fatales para la piel (envejecimiento, arrugas, manchas, etc…) pero también parala salud. Apesar de que ahora la población está más informada, todavía los datos muestran que aproximadamente el 70 por ciento de la población no utiliza un protector solar adecuadamente y sólo 1 de cada 10 personas utiliza protección solar todo el año. Especialmente preocupante es el grupo de mujeres de entre 18 y 24 años, que utilizan cremas con factores de protección muy bajos (IP 10-20). A medida que pasan los años, las mujeres van aumentando el índice de protección solar alertadas por las consecuencias negativas del fotoenvejecimiento (IP 50 o superior).
El concepto de fotoprotección por vía oral está ya bien asentado en nuestro país y se reconoce su interés para complementar la aplicación de la tradicional crema solar. Junto al cuidado capilar, es el segmento más importante dentro de la nutricosmética, que consume ya de forma habitual un 13% de los españoles. La ventaja de la nutricosmética son sus efectos más generales en el organismo y sus ventajas globales para la piel. Así, los fotoprotectores vía oral.