Aunque los últimos días del fin de semana las temperaturas nos han dado un respiro parece que el calor vuelve a la carga y se esperan máximas muy altas para los próximos días. Por ello, hoy os quiero hablar del «golpe de calor» un trastorno frecuente en verano y que como os podéis imaginar está relacionado con el calor produciéndose cuando nuestro cuerpo alcanza una temperatura elevada.
A medida que la temperatura ambiental sube, nuestro cuerpo mantiene su temperatura habitual evaporando sudor. En días calurosos y húmedos, la evaporación del sudor se hace más lenta por el aumento de humedad en el ambiente y, si el sudor no es suficiente para bajar la temperatura corporal, ésta sube y puede aparecer lo que llamamos un golpe de calor. Algunos de sus síntomas son: debilidad, dolor de cabeza, mareo, debilidad muscular o calambres, náuseas y vómitos, palpitaciones, etc…
Y cuidado porque si hacemos deporte, la situación se puede agudizar…
¿Qué debo hacer si pienso que tengo un golpe de calor? Lo primero huir del calor lo más rápido posible. Aquí van unas recomendaciones interesantes:
– Descansar en un lugar fresco y sombreado.
– Hidratarse adecuadamente, con agua y otras bebidas.
– No beber alcohol.
– Si no mejora después de un rato, acuda a su médico más cercano, ya que podría evolucionar a una insolación, un trastorno que requiere un tratamiento específico.