Durante el verano se produce un cambio en este ritmo debido al aumento de horas de luz. Una hormona: la melatonina, está directamente implicada en los ciclos de sueño, según los resultados de un estudio publicado el pasado año por el Centro Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa de Maryland (EE.UU). Los niveles naturales de melatonina son inversamente proporcionales a la luz solar: comienzan a aumentar por la tarde, permanecen altos durante casi toda la noche y disminuyen cuando sale el sol. El pico más alto tiene lugar sobre las 02:00 h.
Durante el mes de septiembre, con el cambio de estación, pasamos de las 12 horas de sol a un máximo de 9, lo cual puede alterar la secuencia u orden de estos ritmos, de ahí que el insomnio sea cada vez más frecuente durante estas fechas. Con la disminución de las horas de luz aumenta la secreción de melatonina disminuyendo la de otra hormona: la serotonina.
Así, podemos afirmar que uno de cada tres españoles asegura que el cambio horario de invierno le produce alteraciones en el sueño, cansancio y dificultades para levantarse. Además, la incorporación al trabajo, el estrés, situaciones de angustia personal por problemas laborales pueden ser las causas muchas veces de no poder conciliar el sueño. Según datos del estudio “Sobre el descanso” realizado por la compañía IKEA, el principal motivo por el que los españoles no duermen bien es el estrés (36 por ciento de las personas) seguido de las preocupaciones personales (19 por ciento de los entrevistados) y muy de cerca de causas físicas (18 por ciento).
Retomar la actividad laboral puede causarnos estrés y ansiedad, lo cual repercute en el sistema nervioso, que entra en un estado de alerta. El organismo, para hacer frente a la emergencia produce una hormona, la adrenalina, que acelera la frecuencia del latido cardiaco y agudiza la capacidad de percepción de nuestros sentidos. Esta situación puede desencadenar en un estado físico que no favorece la relajación necesaria para un sueño restaurador. En las plantas medicinales podemos encontrar estupendos aliados para prevenir y aliviar este problema.
Pasiflora, Amapola de California y Valeriana son algunas de ellas. Busca preparados de plantas medicinales en la farmacia y pide consejo a tu farmacéutico.